Puente Viejo
Situado en una zona de márgenes rocosas, aguas abajo de la cercana Ermita de Bureta, el Puente Viejo ha permitido durante siglos salvar el cauce del Guatizalema a quienes transitan el camino de Velillas, el cual conduce también a Liesa, Torres de Montes y otras localidades. Su estructura es en arco rebajado y está construida con sillares de piedra de buena calidad y muy bien trabajados, aunque los de las enjutas, el pretil y los estribos tienen un corte menos perfeccionado. Tiene una anchura de 3,80 metros, una altura de 8,10 metros, y su luz de arco es de 12,30 metros.

El Puente Viejo desde el Tozal de Bureta

La Ermita de Bureta desde el Puente Viejo
Aunque en un principio todo el puente era de piedra, actualmente aparece parcialmente rematado con fábrica de ladrillo, pues las catastróficas riadas de Junio de 1960 dejaron los pretiles y los laterales en muy mal estado, eligiéndose este económico material para su reparación.
Los pretiles quedaban antiguamente a una mayor altura del pavimento, protegiendo perfectamente a los transeúntes del peligro de caer al río, pero en tiempos modernos se elevó el suelo con una gruesa capa de cemento, dejando los pretiles a una menor altura relativa, más peligrosa para los peatones pero más transitable para las enormes máquinas agrícolas actuales y sus voluminosos accesorios.

Vista general

Detalle de los pretiles © Yalda
En el extremo Sur del pretil del lado Este aparece grabado sobre una de sus piedras el año 1880, que según Antonio Naval Mas y otros investigadores no sería el de su construcción sino el de la reconstrucción más o menos importante de una obra anterior, como parece demostrar el seguimiento de la documentación histórica existente, muy especialmente la referencia que hace Pedro Blecua y Paúl en 1792 sobre la existencia de ". . . un buen puente de piedra . . .". Posteriormente debieron producirse algunas riadas que lo dejaron en muy malas condiciones, pues en los escritos de Pascual Madoz de 1847 no sólo no aparece citado el puente de piedra sino que se habla de un puente de maderos.
Algunas personas que vivieron en Fañanás en las primeras décadas de 1900, dejaron también constancia oral de que había un puente de maderos aguas abajo, a escasos metros del Puente Viejo, del cual ya no queda ningún resto aparente y cuya situación sólo puede intuirse por las marcas que a lo largo de los años fueron dejando las ruedas de los carros en el pavimento de piedra viva de las orillas. No hay restos pétreos del arranque de ningún otro puente de piedra, por lo que todo parece indicar que el puente de maderos descrito por Pascual Madoz debió ser utilizado temporalmente hasta la restauración o reconstrucción en 1880 del antiguo puente de piedra de 1199.

Situación aproximada del desaparecido puente de maderos

Abrevadero de la Fuente Pepón con la ermita al fondo
A pocos metros del puente, en la margen izquierda del río, se encuentra la Fuente Pepón con su gran abrevadero, el cual servía para saciar la sed de las caballerías que recorrían el camino. En este mismo lugar termina el Barranco de la Oliva, cuyas aguas junto con las de la fuente alimentan en mayor o menor medida el caudal del río Guatizalema. Desde este punto hay una buena vista de la fachada Este de la cercana Ermita de Bureta.

Fuente Catevilla

Márgenes rocosos del río en la zona del puente

Cuadro al óleo de Mercedes Borruel Pascual

Aspecto del puente durante el invierno de 2001 © Rubén Asín Abió
En la misma margen, unos metros aguas abajo y junto a un pequeño barranco, brota la Fuente Catevilla, a la que se accede por una empinada pendiente que actualmente cuenta con escalones de cemento, no existiendo ninguna referencia de que en alguna ocasión haya llegado a secarse. Surge de la base de un gran saliente rocoso poblado por musgos y helechos, y suministra todo el año el mismo pequeño pero inagotable caudal, siendo todavía visitada por gentes de Huesca que recuerdan su antigua fama por los buenos efectos de sus aguas contra las afecciones de boca y estómago.
Principales acontecimientos históricos
1199: Construcción y donación al Obispado de un puente sobre el río Guatizalema y de una ermita-hospital
Ramón de Uncastillo, un viudo residente en Huesca, había construido con el consentimiento del obispado un puente sobre el río Guatizalema, dentro de la parroquia del Castillo de Fañanás, y más tarde una ermita-hospital junto a él: ". . . quoniam pons et hospitale sunt in parrochia oscensis episcopi . . .".
En Enero de este año dona el conjunto al obispo oscense Ricardo, el cual concede a Ramón de Uncastillo y a sus sucesores el derecho a tener en dicho hospital un oratorio y un cementerio para pobres, con la condición de que mantengan allí a un clérigo y que nombren a un laico como Baile, el cual se encargará de gestionar el hospital en su nombre. Impone también una condición que refleja que en estos momentos no se han llegado todavía a llevar plenamente a la práctica las disposiciones del concilio de Letrán de 1059, pues el obispo puntualiza que: ". . . el clérigo encargado del hospital, deberá hacer obediencia al obispo . . .". El cargo de Baile (de baiulus, "encargado" en latín medieval) permitía recaudar rentas, administrar bienes e impartir justicia, y según los Fueros del Reino de Aragón sólo podía ser ejercido por un aragonés no judío.
Otra de las cláusulas del documento confirma que en este momento el Castillo de Fañanás pertenece ya por completo al obispado: ". . . de las oblaciones que obtenga el oratorio se harán dos partes, una para el obispo (pro Castro de Fanyanas) y la otra mitad para el hospital . . .".
1792: Pedro Blecua y Paúl cita un buen puente de piedra
En su obra "Descripción topográfica de la ciudad de Huesca y todo su Partido en el Reyno de Aragón", describe entre otras cosas que ". . . está situado este lugar en una buena llanura, a la derecha y orillas del Guatizalema, que tiene su buen puente de piedra, con algún plantío en sus huertos, que hermosean sus alrededores de frutales y álamos en sus riberas . . .".
1847: Pascual Madoz cita un puente de maderos
En su obra "Diccionario geográfico-estadístico-histórico", en la descripción del término de Fañanás, dice que ". . . le baña el r. Guatizalema que marcha en dirección de N. á S., de curso perenne, y que lleva por lo regular como 2 muelas de agua, escepto en el verano que queda reducido á la mitad. Sobre él hay un puente de maderos, que da paso á los pueblos de la izq., Torres, Belillas y otros . . .".
1880: Año de restauración o reconstrucción grabado en el pretil
1960: Las lluvias torrenciales dañan la estructura del puente
Durante el mes de Junio unas fortísimas lluvias torrenciales azotan la provincia de Huesca y en especial la sierra de Gratal, haciendo que el río Guatizalema experimente una formidable crecida, como desde hacía muchísimos años no se recordaba, causando graves daños a lo largo de todo su recorrido, tanto en las huertas como en los puentes y caminos. La fuerte corriente, que arrastra centenares de árboles arrancados de cuajo, arrasa el puente de la carretera que une Sipán con La Almunia del Romeral y destruye completamente el Azud de Novales.
En Fañanás arranca el puente de la carretera que une Fañanás con Pueyo de Fañanás y daña el pretil y los laterales del Puente Viejo, aunque no llega a destruir el arco, pudiendo ser reparado posteriormente.
2017: Obras de mejora del acceso y del pavimento
Siendo José Manuel Laguarta Serra alcalde de la Entidad Local Menor de Fañanás, se procede en Enero de 2017 a las obras de mejora del acceso y del pavimento del Puente Viejo por su lado Sur, reforzando su estructura y haciéndolo más transitable para las enormes máquinas agrícolas actuales y sus voluminosos accesorios, especialmente a la hora de girar para acceder a él. Las obras han permitido ver perfectamente la gran antigüedad de los sillares de piedra utilizados en su construcción.
Obras de mejora en el Puente Viejo © José Manual Laguarta Serra