En la cuenca del río Guatizalema
En su obra "Contribución a la toponimia árabe de España", Miguel Asín Palacios sugiere que el nombre Guatizalema proviene del árabe "wādī salama" o "río de los Salama", ya que Huesca pertenece a finales del siglo VIII a la poderosa familia árabe de los Banū Salama, que bautizarían el río con el nombre de su propio linaje. Otra opinión bastante extendida, aunque no por ello más probable, es que provenga del árabe "wādī salam" o "río de la paz", lo cual suele interpretarse como "río tranquilo". Más recientemente algunos investigadores defienden el origen íbero del topónimo, con la forma lingüística original Batizalema, utilizada todavía a mediados del siglo XIX por algunas gentes, que estaría compuesta por los elementos bati (en calma, tranquila, quieta), iza (agua) y lema (satisfacción, que satisface), y se interpretaría como "agua tranquila y fecunda".
A lo largo de sus 94,70 Km de recorrido, el Guatizalema atraviesa los términos de Nocito, Santa Eulalia la Mayor, La Almunia del Romeral, Los Molinos de Sipán, Sipán, Castejón de Arbaniés, Siétamo, Fañanás, Pueyo de Fañanás, Argavieso, Novales, Sesa, Salillas y Huerto.
Nace a 1.370 metros de altitud y a 3 Km al Norte de Nocito, en la pardina de Bail, encontrándose poco después con el primero de sus dos ríos afluentes, el Cagigal. Atraviesa las sierras de La Gabardiella y Guara, para continuar por los barrancos del Monte de La Ronera hasta llegar a los Mallos de Ligüerri, donde sus aguas son almacenadas por el embalse de Vadiello, de 15,51 Hm³ de capacidad, que abastece de agua potable a Huesca capital y regula el caudal para asegurar el riego agrícola y la corriente ecológica del río. Antes de su construcción, el Guatizalema era apodado "matapanizos", ya que se quedaba sin agua justo cuando más falta hacía. La llamada "Cueva de la Reina Mora", en la que se encontraron restos de la Edad del Bronce, actualmente oculta bajo las aguas del embalse, se dice que era la cueva de Morgana, la reina de las leyendas célticas, que durante las noches de luna llena emerge entre resplandores.
Tras este reposo, el cauce continúa encañonado hasta las localidades de Santa Eulalia la Mayor y La Almunia del Romeral, haciéndose su topografía cada vez menos abrupta a partir de aquí, hasta llegar a las llanuras de la Hoya de Huesca, donde confluye entre las poblaciones de Argavieso y Novales con su otro afluente, el río Botella. Al Sureste de la localidad de Huerto, en el paraje llamado "Los Puentes del Rey", el Guatizalema se convierte en afluente del río Alcanadre, a través del cual acaba siendo también tributario del Cinca y finalmente del Ebro.
Fuentes, lavaderos y azudes
Fañanás cuenta con varias fuentes naturales que vierten su humilde caudal al Guatizalema: Bureta; Catevilla; Cordoma (Cardona o Cardoma en algunos documentos); Formayor (Fuenmayor en algunos documentos); La Catalana; Pepón; y la llamada Fuente del Lugar. En el lado derecho del camino que conduce a Abrisén, a su paso por el llamado Peñón de Camilo, hubo una fuente que manaba de la roca y que fue destruida al cortar la peña para ensanchar la pista. También hubo una fuente aguas arriba de la Fuente de la Catalana y otra en el paraje de Abrisén.

El Guatizalema en la zona de La Catalana

Surgencia de La Catalana

Acceso a la Fuente Catevilla

Abrevadero de la Fuente Pepón
Las de Cordoma, Formayor y La Catalana, situadas en los correspondientes parajes del mismo nombre, son surgencias a nivel del suelo, de las cuales la de Formayor manaba en el pasado con bastante presión y una altura de varios centímetros. La de Cordoma surgía de una base pétrea en forma de vasija, creada por la propia erosión del agua, siendo famosa junto con la de Catevilla por sus buenos efectos contra las afecciones de boca y estómago. A pocos metros del Puente Viejo, en la margen izquierda del río, está la Fuente Pepón, que cuenta con un abrevadero donde saciaban su sed las caballerías que antaño transitaban por el camino. Un poco más adelante, aguas abajo y en la misma margen, junto a un pequeño barranco, está la Fuente Catevilla, que brota en la base de una gran roca poblada por musgo y helechos, y de la que se dice que jamás ha dejado de manar. La de Bureta se encuentra al Noroeste de la ermita, en la parte alta de la margen derecha del río y a bastante altura del cauce.
Antes de instalarse la red de abastecimiento de agua de la localidad, la Fuente del Lugar, situada al final de la Calle de la Fuente, junto al río, era por su proximidad la que empleaba habitualmente la vecindad, mediante continuas idas y venidas de los cántaros a sus tres caños. Los sillares de piedra que forman la estructura parecen ser bastante antiguos, aunque ya no se aprecian en su totalidad debido a que fueron cubiertos en parte por una moderna capa de cemento. A escasos metros de ella se conserva uno de los dos lavaderos con que contó Fañanás, utilizado en la actualidad como balsa para el almacenamiento de agua. El otro, que se encontraba junto a la carretera, a la altura de la Calle de Bureta, fue desmantelado hace años.

Fuente del Lugar

Antiguo lavadero, utilizado actualmente como balsa
Tras la instalación de la red de abastecimiento, una de las aspiraciones de Fañanás durante muchos años fue la de poder contar con agua de boca de calidad, pues la que se utilizaba era bombeada del río y tratada posteriormente con cloro. Pero la misma modernidad enviaba al río, aguas arriba de la toma, decantaciones de aguas fecales de seis municipios, un molino de aceite y dos restaurantes, hasta que por fin en 2005 y tras una grave sequía que obligó a prohibir su consumo, se consiguió la conexión de la red al azud de La Almunia del Romeral, muy próxima a Vadiello. En el término de Fañanás hay dos azudes que captan agua del Guatizalema para uso agrícola, el Azud de Abrisén o de Fañanás, que alimenta la acequia de Fañanás, y el Azud de Pueyo, que alimenta la acequia de Pueyo de Fañanás.

Azud de Pueyo © Pablo Sistac Nasarre

Azud de Fañanás © Julio Alvira Banzo
El empleo de herbicidas, plaguicidas, fertilizantes y abonos por parte de la moderna agricultura intensiva, así como los vertidos o filtraciones ocasionados por la ganadería intensiva, acaban contaminando los acuíferos subterráneos de los que se alimentan las fuentes, especialmente con nitrógeno, fósforo, azufre, glifosato y elementos organoclorados, por lo que hoy en día ya no es aconsejable el consumo humano de aguas que no sean analizadas sistemáticamente. Y lo mismo puede decirse de los ríos, en los que hace años era tan habitual darse un baño, pero que en la actualidad reciben aguas residuales que impiden su disfrute, aunque poco a poco algunas localidades van comenzando a contar con depuradoras y los ríos van mejorando su aspecto.

Un habitante del Guatizalema

Otro habitante típico del Guatizalema
Foto de encabezado: Vista general del Azud de Pueyo