2013 - Un ciudadano oscense vuelve a autodirigirse la palabra
Científicos del M.I.T. estudian una posible relación entre su mejoría y la fuerte tormenta eléctrica del día anterior
Agencia Fañanás Nius - 28 de Diciembre de 2013
Hace ya algunos años, que diversas publicaciones y medios de comunicación se hicieron eco de la aparición en territorio español de un fenómeno cognitivo totalmente desconocido hasta entonces. La revista científica Regional Foam Rubber (Gomaespuma Regional en su edición en español), fue la primera en dar la señal de alerta tras los múltiples casos de personas que comenzaban repentinamente a llevarse mal consigo mismas, llegando incluso a no dirigirse la palabra y a criticar continuamente cada uno de sus actos. Pero un hecho insólito ocurrido recientemente abre la puerta a la esperanza, la total recuperación de un ciudadano oscense llamado Eusebio, que de la noche a la mañana ha vuelto a llevarse bien consigo mismo. Su mejoría aconteció tras una fuerte tormenta electrica, lo cual está siendo investigado por varios científicos del Instituto Tecnológico de Massachussets (M.I.T.) por si hubiera alguna relación causa efecto, aunque de momento no han podido llegar a ninguna conclusión.
Para conocer las características de este estado cognitivo, nada mejor que recordar las respuestas dadas por el propio Eusebio al ser entrevistado por primera vez para la citada revista:
- Estas cosas que le ocurren ¿son muy frecuentes?.
- ". . . Ya lo creo, esta misma mañana sin ir más lejos, ¿te puedes creer que me levanto de la cama con todo el buen corazón de un hombre del campo, y voy, y me pongo la zancadilla?, pues que me he tropezado y casi me doy con la mesilla. Me he vuelto contra mí mismo con cólera, y ya me iba a dar un bofetón cuando me he cogido la mano y me he dicho ¡tranquilo Eusebio, trátate como a tí mismo te gusta que te traten!, y me he tratao bien, ¡ahora que si llega a ser otro!. Siempre me sorprendo a mí mismo, y eso que yo voy ya precavido porque me conozco, y me voy diciendo ¡Eusebio, que tú me quieres hacer algo!, y yo me digo a mi mismo que no, me engaño . . .".
- ¿Y cuándo comenzaron?.
- ". . . Pues hace unas semanas, en el bar, por culpa del dinero ¡que lo estropea todo!, porque yo fui allí con mis mejores voluntades a tomarme un vino, y en el momento de pagar ¡no me quería invitar!, y yo digo ¿que no me voy a invitar a mí mismo?, pero bueno, ¿yo es que estoy loco, que no me quiero invitar?, ¡y no me invité!, así es que tuve que pagar yo. Yo decía, ¡hombre unos días pago yo, pero otros días me podías invitar!, pues no, ¡no me quise invitar!, y allí ya me cogí tiña. Esa misma noche me metí en la cama y ya no me hablaba. Me decía, ¡buenas noches!, pero yo no me contestaba, yo callado, creía que estaba dormido, yo me hacía el dormido y no rechistaba . . .".
- ¡Que inquietante!.
- ". . . Y que lo diga, ¡si cuando cae la noche no me atrevo a salir de casa!, porque como no me encuentro, me digo ¡por dónde andaré ahora!, y claro yo voy mirando a ver si estoy escondido, aunque al final me descubro siempre. La cosa ha llegado hasta el punto de que ayer mismo me mandé un anónimo, pero al ser anónimo no sé quién lo ha escrito, si lo hubiera firmado yo y ya a sabiendas pues ya me protejo, pero claro al ser anónimo pues ya no. Además en el anónimo me amenazo de unas maneras muy fuertes y yo estoy que vivo en estos momentos en tensión, así es que yo le pediría por favor a las autoridades autonómicas, gobernador civil, cuartelillo de la guardia civil, o a quien corresponda, que lo pusieran en conocimiento de la autoridad competente a ver si por favor pudieran atenderme, porque vivo de verdad en estos momentos muy preocupado . . .".
Tras la noticia de su recuperación, hemos querido hablar telefónicamente con Eusebio para compartir su alegría y conocer su actual situación:
- Muchas felicidades Eusebio, ¿qué tal se encuentra ahora?.
- ". . . Pues en estos momentos estoy muy bien, la verdad, y muy contento, hace ya unas semanas que me llevo muy bien conmigo mismo, me he vuelto a dirigir la palabra y además me paso muchos ratos hablando con la gente. Ahora eso sí, estoy un poco cansado de estos científicos que llevan unos días por aquí midiéndolo todo y haciéndome preguntas, como si la tronada de hace unos días tuviera algo que ver, pero a mí ni me cayó un rayo ni nada por el estilo, aunque me costó unas perras, que tuve que llamar al electricista y encima se me desprogramó la tele, menos mal que un zagal me la ha programado otra vez, pero debe estar fastidiada porque ahora no se puede sintonizar el canal de Intereconomía, que antes lo miraba todos los días . . .".