Nunca es tarde para recordar
Teodoro Sancho Lera
Nunca es tarde para recordar aquellos tiempos de la posguerra española.
Me sacaron de la escuela a los ocho años y me pusieron a servir con un amo en el pueblo de Fañanás. Estuve cinco o seis años. Me daban cuarenta duros al año, un duro eran cinco pesetas.

© Ana Maria Sancho Biesa
En la mediodiada con el fuerte calor íbamos a encorrer las perdices; hacían un vuelo y el calor las cansaba, ya no volvían a volar. Yo le llevaba alguna perdiz a mi madre y también le llevaba algún conejo. Llevaba un perro muy cazador que me los cazaba, recuerdo que el perro se llamaba Prin, cuando iba a pagentar las vacas. El perro estaba muy aviciau a venir conmigo y estaba conmigo todo el día, me marcaba cuando encontraba algún nido de perdiz, y yo le rancaba pelo a una vaca, de la cola. Hacía un lazo y lo plantaba, con el pelo de la vaca, en el nido. Cogía la perdiz y los huevos y todo lo llevaba a casa.
En una ocasión me llevé un chasco con un nido de perdiz, le había plantado lazo y como no estaba seguro de que enganchara me eché encima y había debajo una culebra tragándose los huevos. Tengo un recuerdo muy curioso. Indo con el calor a encorrer las perdices me encontré con una perdiz que llevaba una docena de polluelos, que los llamábamos perdiganas, no quise coger la perdiz, cogí dos perdiganas y las crié en una jaula que hice con un cajón y con malla; les daba trigo, les daba saltamontes (que los llamábamos grillos) y ensalada; y se hicieron perdices, y recuerdo que una cantaba mucho, la soltaba por la ventana de la cocina y se iba al tejau y volvía a la cocina y se metía en la jaula, y como cantaba mucho resultó que era macho, le llamaba perdigacho y me lo compró un hermano del amo que yo estaba sirviendo y me dió un cahíz de trigo (nueve fanegas) y le daban a mi padre pan en la panadería.
Así íbamos trampiando las necesidades. Desde la casa que estaba sirviendo me vine a Huesca de vaquero. Estuve cinco años hasta que fui soldau. Cuando me licencié al poco tiempo me casé. Tuve que ir al pueblo porque estaba mi padre solo. Yo venia para Huesca a trabajar con bicicleta todos los días con tres o cuatro del pueblo. Pensemos con el carbonero comprar un tresmallo para pescar. Íbamos a pescar y como era verano cuando veníamos del trabajo cogíamos barbos muy gordos. Iba a un pueblo vecino, Belillas, que era de secano y llevaba caracoles y barbos a cambio de aceite.
Como yo el ambiente lo tenia en Huesca porque me vine de quince años me salió una vaquería para ir de vaquero y yo iba desde el trabajo a ordeñar seis vacas todos los días por cincuenta duros al mes, me buscaron una habitación con derecho a cocina. Me levantaba a las cuatro de la mañana y hacía las dos vaquerías, luchando me supe comprar una vaca o sea que fue el cuento de la lechera. Dejé las vaquerías y nada más iba a ordeñar porque me buscaban, me consideraban como buen ordeñador. Me junté con un amigo y pedimos prestamos a tres meses y así íbamos trampiando.
Como teníamos poco trabajo nos compramos una hurona y la hacíamos criar con un hurón que tenía otro amigo. Y en ratos libres íbamos a cazar de furtivos. Había guardias de la pana que cuidaban la caza, alguna vez nos enganchaban, pagabas la multa y nos mataban el hurón, pero como criábamos volvíamos otra vez. En una ocasión nos cogieron con el hurón y nueve preseras que poníamos en las bocas de los cados y cinco conejos, nos encorrieron pero no nos engancharon, nos echaban tiros al aire y nosotros aún corríamos más. Ya la última vez que nos engancharon uno de los guardias que llevaba el arma que nos encontramos, en una barranquera dejó el arma, le quité el arma y me escapé barranco abajo y le dije que si hacía el atestau no le entregaba el mosquetón, y no lo hizo porque sabía que si lo hacía lo sacaban del puesto por abandonar el arma. Ya lo dejamos porque se iba amontonando el trabajo.
Ya ves por cuantas peripecias tuve que pasar desde los ocho años. De la posguerra española yo si que puedo decir: cuando yo era niño las cigüeñas ya vinieron a nidar a Fañanás, tengo ochenta y dos años y aún vienen a criar. Esta fue la historia de mis necesidades.
Este recuerdo lo escribe Teodoro Sancho Lera el día 1 de Agosto de 2006.
Textos de Teodoro Sancho Lera sobre Fañanás, publicados en Cartas al Director del Diario del Alto Aragón
Al pueblo de Fañanás - 27/03/2008
Cuando yo era jovencito las cigüeñas ya vinieron a la torre de Fañanás a anidar.
Tengo 84 años y aún vienen a criar, ya sabían lo que hacían, eligieron el río Guatizalema porque tendrían mucho pescado para alimentar a los polluelos.
Pasamos a otro tema, Fañanás está prosperando con los bloques de viviendas que han hecho en la plaza y camino de Bureta, con sus calles, calles con coches aparcados, con gente nueva para ambientar la plaza en los días de fiesta, con muchos coches que llegan para empezar la alegría; con muchos niños y personas mayores de edad y guiñoteros para el vermú tirando al rey de la oreja en el bar.
Hay que ver, Fañanás se está volviendo villa porque están haciendo más viviendas.
Las amas de casa han hecho un calendario precioso con vistas del pueblo y de Guara nevado.
La torre preciosa con su reloj, y las cigüeñas en su nido.
Una cosa que me impresionó: el descuido de la fuente, cuántas veces he echado peces de colores y los respetaban.
Yo cantaría una jota y se la dedicaría al alcalde para que renovaran la fuente, que siga prosperando y al pueblo lo haga más grande.
En recuerdo de Jesús Vallés Almudévar - 18/09/2004
Bien, días atrás se marchó un ser muy querido en Huesca y en mi pueblo, Fañanás: Jesús Vallés Almudévar. Compañero y amigo de nuestra infancia, iba y venía a Huesca y volvía a Fañanás.
El día en que estalló la guerra nos encontrábamos en Fañanás. Allí tuvimos que estar durante ese tiempo. Llegó un mal día para Jesús Vallés Almudévar y para Fañanás. Se llevaron a su madre y a su hermano sin darles tiempo de aclamarse ni de llorar; ya no volvieron más.
El compañero y amigo Jesús se sentía como amargado y huérfano. Los amigos intentábamos darle calor pero no lo pudimos consolar porque fue muy grande lo que ocurrió, perder a su madre y a su hermano.
Terminó la guerra y se encontró con la familia que tenía en Huesca. Su ilusión era ingresar en el Seminario, estudiar, rezar y soñar con su madre y su hermano. Sacó la carrera de Sacerdote y Canónigo para estar al servicio de la Iglesia de San Pedro el Viejo hasta su jubilación.
A Fañanás jamás volvió.
A mi hijo lo conocía mucho porque canta en la Coral Oscense y ha actuado muchas veces en San Pedro.
Con su amigo Teodoro, que soy yo, alternábamos muchas veces si nos encontrábamos por Huesca: "Hombre, Teodoro". "Hola, Jesús". "¿Qué tal?". Nos saludábamos y recordábamos nuestra infancia.
Yo pienso que San Pedro llevando las llaves del cielo le abrirá las puertas de par en par para que entre en el paraíso y se encuentre con su madre, su hermano y toda su familia.
Descanse en paz.
Tu amigo Teodoro tardará mucho tiempo en poderte olvidar. Recuerdo aquellas carreras con ruedas de llanta de bicicleta y aquellas corridas jugando al fútbol. Han pasado muchos años. Tú, Jesús, con ochenta años y pico y tu amigo Teodoro con ochenta años cumplidos.
Recuerdo de la Guerra Civil española - 01/04/2004
Hace un tiempo, en el periódico AltoAragón, en páginas de opinión leí un artículo recordando los bombardeos de la Guerra Civil española. Yo pasé mi infancia con los rojos. Nací en Fañanás, me llamo Teodoro Sancho. Los próximos que cumpla serán 80.
Recuerdo que tenía 8 años y mi padre me sacó a servir en el pueblo por dos reales diarios.
Recuerdo que en el mes de agosto, que ya había estallado la guerra, estábamos trillando la cosecha del dueño, y empezaron a tirar cañonazos desde el castillo de Montearagón y uno explotó en una era de al lado que también estaban trillando. Tuve la buena suerte que no me tocó a mí pero le llegó un trozo de metralla a una mula, le pegó en el vientre y echaba sangre a chorro; yo me asusté y me fui a casa. Mi padre me dijo que volviera, pero le dije que había explotado un cañonazo, le había pegado a una mula y estaba sangrado.
Ya no regresé a casa del dueño porque la situación se ponía grave, no había escuela y nos dedicábamos a hacer travesuras.
A los dos o tres días empezaron a disparar los aviones, nos dedicamos a picar con pico y pala y hacer un refugio para escondernos. A veces estábamos comiendo y tocaba la campana y corriendo al refugio. Una de las veces tuvimos que salir corriendo porque nos ahogábamos del humo de las bombas.
Un día llegaron a bombardear Fañanás los aviones de los fascistas, así les llamábamos los rojos, y mataron a uno del pueblo que estaba haciendo fuego, quemando brozas. Los chavales por curiosear fuimos al huerto a ver al hombre que lo había matado la aviación. Cuando volvíamos de ver al muerto oímos un ruido: era la aviación, venía otra vez a bombardear (por cierto, íbamos a la fuente a beber agua). Echaron a bombardear. La primera bomba nos levantó un metro en el aire, nos pusimos una piedra en los dientes para que no nos volviera a levantar en el aire. Yo tuve buena suerte porque la bomba sólo me tapo los pies con la tierra. Fue lo menos que me pudo pasar.
Cuando terminó la guerra mi padre me puso a servir en otro dueño del pueblo que me daban 48 duros al año. Estuve cinco años pasando hambre y miseria, a los 15 años me vine a trabajar a Huesca hasta los 21 años que me fui de soldado en la época de los "maquis", siguiendo con la miseria y el hambre. Estuve treinta meses, me licenciaron, volví a trabajar en Huesca y aquí formé mi hogar.
Recordando la "Guerra Civil española". Sorprendido se lo recuerdo al que escribió sobre este tema en cartas al director.
¡Qué grande es Fañanás! - 14/08/2002
Del día 27 de julio al 4 de agosto habéis celebrado la Semana Cultural, ha sido un acontecimiento muy especial por parte de las autoridades.
En primer lugar, hacerles un homenaje a la mujer rural, señoras mayores de edad con sus respectivos obsequios para que los años que les quedan puedan recordar y la entrega de placas a las que se lo han merecido; y la inauguración de la estatua de la mujer rural mirando de cara al templo de la Virgen de Bureta. Como hijo de Fañanás, voy a dedicar a la Virgen de Bureta algo muy especial y que dice así: "Virgen de Bureta, hermosa aragonesa y salada, en el llano del tozal tienes hace siglos la iglesia fundada, supiste elegir las alturas a orillas del río Guatizalema y estar rodeada de las antiguas carrascas y ahora con el aroma de los pinos que plantó el pueblo años atrás, estar muchos siglos y más perfumada".
Han restaurado su altar porque como tantos años y años ha llovido era de dar que las goteras tenían que colar hasta en su sitio merecido y posada para toda su eternidad. Han renovado el campanario con dirección a los pueblos de la Hoya que lo rodean, ahora podrán celebrar romerías como los antepasados; unos a almorzar, otros a comer y otros a merendar, y podrán echar las campanas a bando para celebrar la misa y poder rezar.
Para terminar, yo les hubiera dedicado una jota a todas las autoridades y en especial al señor alcalde, para que el pueblo de Fañanás siga prosperando y la haga más grande, a pesar de que, desde el día 4 de agosto, Fañanás ya es grande y ahora también se puede echar las campanas al vuelo para recordar a nuestro patrón San Juan Apóstol. Podemos estar orgullosos de tener a las cigüeñas como herederas de la Hoya para adornar.
Y, por último, a nuestro Patrón se lo voy a dedicar porque nos recuerde el martirio que nunca podremos olvidar todos los que somos hijos de Fañanás como yo.
Lo dedico a todo el pueblo y en especial al señor Alcalde, en nombre de todos, muchas gracias por todos tus empeños, Manolo Ruiz, te mereces la placa y muchas más y termino dándote un millón de gracias.
Las cigüeñas de la Hoya - 27/03/2002
¡Hola!, me llamo Teodoro Sancho Lera, nací en Fañanás, allí pase mi infancia; y a los quince años me vine a vivir a Huesca y aquí formé mi hogar.
Voy a menudo al pueblo porque tengo casa para pasar unos días en verano.
Han pasado las fechas de San Blas y las cigüeñas han llegado revoloteando y se han posado, para restaurar su nido de los vendavales del invierno y el frío.
Supieron elegir las orillas del río Guatizalema porque se cría muchas especies de pescado para alimentar a los polluelos que crían en su nido de la torre de Fañanás.
Estos días, desde mi galería de la casa he observado algo que me ha sorprendido y me ha impresionado, ver a varias parejas de cigüeñas revoloteando alrededor de la torre porque se querían posar para criar, porque tienen espacio para los herederos y otras parejas más, pero les fue imposible porque no las dejaban parar riñendo y luchando a lo más.
Han estado varios días luchando pero no lo han podido conseguir.
Yo pienso que se consideran dueñas y herederas de gran parte de la Hoya que les rodea los pueblos de Siétamo, Ola, Alcalá del Obispo, Argavieso, Novales, Torres de Montes y Belillas.
Digo que se consideran herederas porque ya llevan casi tres cuartos de siglo, yo era jovencito cuando llegaron a anidar y voy a cumplir 78 años y aún vienen a criar.
Yo desearía que los venideros llegasen a mi edad y las pudieran contemplar y verlas volar y con sus cantos de castañuelas, por la mañana temprano dieran alegría a mi pueblo natal que es Fañanás. Recordando mi infancia, Teodoro Sancho.
Renovación y restauración de la ermita de Bureta - 19/08/2001
Virgen de Bureta hermosa, aragonesa y salada, en el llano del tozal tienes la Iglesia fundada ya hace varios siglos rodeada de las antiguas carrascas y del aroma de los pinos que plantaron años atrás.
En tanto tiempo ya ha tronado, ha llovido y ha nevado, tenía que ser era de dar, que las goteras cayeran en el altar, quién le iba a decir a la Virgen que iba a pisar el pueblo de Fañanás para entrar en la Iglesia y hacerle compañía a nuestro patrón San Juan, mientras restauraban la ermita.
Ahora volverá a pisar las calles de Fañanás al despedirse de San Juan para subir a la ermita.
Qué maravilla, que voltearán las campanas cuando entre en el altar que será su puesto para la eternidad.
Le han hecho el campanario mirando a los seis pueblos que la rodean, que son: Ola, Alcalá del Obispo, Fañanás, Argavieso, Pueyo de Fañanás y Novales, en aquellas fechas ya la hicieron Reina de todos los pueblos nombrados.
La restauración y la renovación de esta obra tan especial ha sido hecha por los contratistas Hermanos Bibián.
La casa del ermitaño tiene los mismos siglos y los mismos años.
Yo recuerdo siendo chaval que se hacían romerías a la ermita de estos pueblos nombrados, celebraban la misa y unos se quedaban a almorzar, otros a comer y otros a merendar, de las fechas no recuerdo pero de la fecha de Fañanás sí me acuerdo era el día ocho de septiembre, que subía la Cofradía que eran los mismos que iban a Loreto.
Era la costumbre de subir a merendar y por supuesto también a rezar a la Virgen, este acontecimiento se celebraba todos los años en la fecha del ocho de septiembre.
Recuerdo que había una cuadra en el patio para las mulas y cuando había alguna tormenta los labradores que se encontraban por alrededor subían por la ladera del tozal y se refugiaban de los truenos y de la lluvia.
Ya para terminar saludos a todos los de mi pueblo.
Escribe la magnífica restauración y recuerdos de cuando yo era chaval, Teodoro Sancho.
La fiesta de La Hoya en Fañanás - 18/05/2001
¡Hola!, me llamo Teodoro Sancho, soy hijo de Fañanás, del corazón de la Hoya, de los cuarenta y dos pueblos que la rodean. El año 2001 ha sido nuestro pueblo elegido para la convivencia y reunión para celebrar una concentración y una comida de hermandad.
El final del 2000 y princípio del 2001 ha sido triste para nuestra localidad porque se nos han marchado cuatro hijos queridos de Fañanás, que han sido Javier Ciprés, Agustín Rivera, Antonio Bara y Domingo Cantán. ¡ Qué pena!. No han podido llegar a estas fechas para que hubieran podido presenciar y celebrar este tal acontecimiento. Que Dios los tenga en su mejor puesto merecido, que bien ganado lo han tenido.
Bien sabéis que nuestro municipio es histórico, por eso pienso que ha sido elegido para tal encuentro.
¿Sabíais que la bandera era la más alta, la de nuestro pueblo Fañanás?. Tenemos el río que nace en Vadiello y pasa por el centro del monte de nuestro pueblo, de 6 a 7 Km., que es el río Guatizalema y que se despide en Pueyo de Fañanás pasando por Argavieso y Novales y sigue su historia adelante.
Digo que Fañanás tiene Historia porque la Virgen de Bureta es de siglos reina de varios lugares; supo elegir que el río pasara por el fondo del altar y de su imagen y, sigue teniendo Historia porque se les puede hacer aniversario por la antigüedad a las cigüeñas y a las golondrinas en sus destellos con sus estribillos, ya que llevan más de medio siglo con su nido en los pináculos de la torre. En aquellos años ya supieron elegir el río Guatizalema porque se crían especies de pescado para alimentarse ellas y los polluelos que en su nido crían. Cuando yo era jovencito ya llegaron a anidar, tengo 76 años y todavía vienen a criar.
Yo desearía que todos los niños de Fañanás de corta edad lleguen a mis años y las puedan presenciar y verlas volar, ¡qué maravilla que por la mañana temprano con sus himnos de las castañuelas y las golondrinas con sus estribillos dan alegría a nuestro pueblo querido!.
Lo que en ningún pueblo de los que nos rodean lo pueden contar, ni las pueden ver volar, ni oir cantar.
Algunas parejas nuevas llegan revoloteando, pero las herederas de años antepasados no las dejan posar.
Y para terminar, recuerdo triste e historia escrita por Teodoro Sancho Lera, hijo y nacido en Fañanás donde pasé mi infancia, y a los 15 años me vine a Huesca a trabajar y donde formé mi hogar.
Un saludo y un abrazo para todos los de mi pueblo natal, todos me conocéis y me apreciáis.
En este encuentro tan especial de la Hoya, este escrito lo dedico al pueblo y al Alcalde, para que el pueblo de Fañanás prospere y lo haga más grande. Gracias.
Recuerdos del pasado - 12/05/2000
Fiestas del seis de Mayo de mi pueblo, Fañanás en el año 2000.
Un acontecimiento muy especial de siglos atrás, la conmemoración de nuestra reina "Virgen de Bureta" y nuestro patrón "San Juan". El día 6 de mayo nunca se ha faltado a la romería de "Loreto". Había que madrugar para marchar con la alforja, la bota de vino, la chulla y el pan.
Yo recuerdo cómo de chaval acompañaba a mi padre con la bandera viéndola bandolear con los cuatro cordones por varios lados para que no se pudiera estropear. La bandera más alta era la de nuestro lugar que era Fañanás.
Si mal no recuerdo, entrando en Loreto cantando el "Ora pro nobis" y al terminar la misa, lo primero era almorzar.
Había bastantes presumidos en Fañanás que eran Miguel Laguarta por apodo era "Garrobo", José Campo, Serapio Cantán, Pascual de Bruna, Benito Zabau, Santiago Escario, Perico Mésalla y Teodoro Sancho.
Al volver de Loreto entraban en la Ermita de Salas a echar el trago y marchar con la bandera en alto hacia Fañanás. Al llegar a la cuesta de Moreu, ya veían desde el campamento la bandera y echaban las campanas a bando, entraban en el templo de la Iglesia cantando la "Ora pro nobis", demostrando que habían llegado sin novedad.
Pasaron los años, yo me vine a Huesca a trabajar y en Huesca formé mi hogar.
Recuerdo siendo alcalde Domingo Cantán, el día siete de mayo, llevé la "Coral Oscense" a Bureta a cantar, y el alcalde les pre paró un "pica-pica" en el local del Ayuntamiento.
Y cómo no, la orquesta Lepanto a tocar, recordando aquellas "mejicanas" que cantaba mi hijo, Jesús Sancho, que no se pueden olvidar.
Era otra armonía en el pueblo de Fañanás.
Para teminar se puede escribir de muchísimos años atrás, "Virgen de Bureta" reina de varios lugares: "Alcalá", "Fañanás", "Pueyo", "Argavieso" y "Novales".
Se le podría poner una placa: "Virgen de Bureta hermosa aragonesa y salada en el llano del tozal tienes la iglesia fundada".
Hay dos altares en Fañanás que relumbran más que el sol, es el templo de la "Virgen de Bureta" y el templo de "San Juan Apóstol" que es nuestro patrón.
Recuerda el seis y siete de Mayo, Teodoro Sancho.