No a la guerra, sí a la paz
María Ángeles Escario Murillo. Zaragoza
No a la guerra; sí a la PAZ.
Guerra.
Me quita el sueño esta palabra y,
desvelada,
escribo líneas en un cuaderno
que bien podría ser el de la nada.
Y pienso:
¿por qué la guerra y no la paz?.
Los campos verdes,
las casas blancas,
todo reúne naturalidad.
Las bombas grises,
la sangre roja,
se nos destruye la Humanidad.
Los niños lloran,
no tienen pan.
Las madres sufren,
¿por qué será?.
Los hombres gritan
su libertad.
Y los ancianos, desesperados,
muestran tristeza en sus miradas
y lágrimas en su pesar.
Hoy la paloma
(que espera ansiosa en el palomar),
se sueña libre, blanca, tenaz,
porque un buen día sin demorar
volará alto
con un mensaje
a la Humanidad:
¡¡murió la guerra,
venció la PAZ!!