Comida de Santa Águeda 2018
Domingo 4 de Febrero
● 14:00 h . COMIDA organizada por y para las mujeres
La celebración de la fiesta de Santa Águeda, en la que las mujeres toman el mando de las localidades y organizan actividades que culminan con una chocolatada, marca la llegada del Carnaval, y es el prolegómeno de un mes caracterizado por la diversión, el baile, las comparsas y la magia. Muchas localidades aragonesas celebran estas fiestas, mezcla de rito, historia y diversión que, en su mayoría, pervivieron inalterables tras las prohibiciones franquistas, conservando su sabor popular, y que se corresponden con antiguas fiestas paganas ya celebradas por celtas, ilergetes y romanos.
En época romana los hombres festejaban a sus esposas durante un día, costumbre que fue cristianizada. La iglesia católica enfatizó la virginidad en las mujeres y escogió a Santa Águeda como patrona de madres y nodrizas y contra los males de pecho, en honor a la joven virgen cruelmente torturada por el senador romano Quintianus, que llegó a ordenar que le cortaran los pechos. Santa Águeda (5 de Febrero) es la patrona de las mujeres casadas y Santa Apolonia (9 de Febrero) de las solteras, pero actualmente unas y otras celebran su fiesta conjuntamente, excepto en algunas poblaciones del Bajo Cinca, donde se mantienen ambas celebraciones.
En Jaca, Monzón, Barbastro, y otras localidades, se hace el reparto de un postre típico de esta fecha, las "teticas de Santa Águeda". En otras, las mujeres se toman al pie de la letra el cambio de rol, como en Grañén, Castejón de Sos y Tardienta, donde nombran una Alcaldesa que recibe de su antecesora el bastón de mando de la Alcaldía, respetándose sus decisiones hasta en lo que atañe a la vida municipal. En Ayerbe hacen la tradicional hoguera de la Plaza Alta, en la que asan productos típicos e invitan a todos aquellos que se acercan. En Huerto, Fañanás, y otras localidades, se intenta recuperar y mantener algunos actos tradicionales como "las coplas, coplillas o cuplillas", "el romance", "el juego de la olleta" o "las corridas de rosca". En San Lorenzo del Flumen se degustan migas, magdalenas y vino. En Escatrón se hace la procesión de los panes benditos y el "baile de la cinta", que forma parte de su peculiar dance y es el único en Aragón interpretado sólo por mujeres.
Antiguamente, en Grañén no se veían hombres por el pueblo este día, ya que si pillaban a alguno le bajaban los pantalones para “contarle las viejas” (le estiraban sus partes sexuales), o le volcaban el remolque de paja si intentaban pasar por donde ellas estaban. En Lalueza las mujeres provocaban gran bullicio en esta jornada; recorrían las calles con un carro enramado y cuando cogían a un mozo no le soltaban en todo el día; le obligaban a beber y a estar a su servicio, jugaban al fútbol solteras contra casadas, y por la noche hacían baile y ronda. En Sena queman un muñeco, preludio del Carnaval. En Binaced se prepara una gran hoguera, que arderá todo el día, y en la que se reúnen las mujeres tras la comida para tomar el ron quemado, el momento más peligroso para los hombres que se acercan por aquel lugar, ya que el ambiente está caldeado y las bromas son de lo más variopinto, y si alguno quiere hacerse el gracioso no se librará de la ritual bajada de pantalones, aunque en ese día todo es aceptado con buen humor. Actualmente, cada día son más las poblaciones que añaden a sus actos festivos algunos espectáculos "sorpresa" con "drag queens" y "sexy boys".